El Levante sigue sin encontrar el rumbo en esta etapa crucial de la temporada. En su visita al Carlos Belmonte, el equipo dirigido por Julián Calero no logró marcar diferencias y terminó igualando 0-0 ante un Albacete que tuvo las mejores oportunidades del partido.
Este resultado supone el segundo empate consecutivo para los granotas, quienes acumulan tres jornadas sin conocer la victoria. Si bien sumar un punto fuera de casa podría considerarse positivo en otras circunstancias, el rendimiento del equipo y las sensaciones que dejó el encuentro hacen que este empate se perciba como una oportunidad perdida.
Un Primer Tiempo Dominado Por Los Locales
El inicio del partido estuvo marcado por el dominio del Albacete, que impuso un ritmo intenso desde el primer minuto. Apenas comenzado el encuentro, Pampín recibió una tarjeta amarilla que condicionó al Levante y dio alas al equipo manchego para explotar las bandas con velocidad y precisión.
Durante los primeros cinco minutos, el Albacete generó varias llegadas de peligro, con Javi Rueda como protagonista en el ataque.
La jugada más clara del primer tiempo llegó a través de Lazo, quien lanzó un disparo que terminó estrellándose en el poste, dejando en evidencia las dificultades defensivas del Levante. Mientras tanto, el equipo visitante apenas logró generar peligro en la primera mitad, con un juego impreciso y carente de creatividad.
El único destello llegó de los pies de Kochorashvili, quien probó un disparo lejano que Raúl Lizoain desvió sin problemas.
El Carlos Belmonte se convirtió en un territorio hostil para el Levante, que parecía incapaz de responder al empuje de un Albacete decidido a quedarse con los tres puntos. Sin embargo, a pesar de las numerosas oportunidades generadas por el equipo local, el marcador permaneció en blanco al término de los primeros 45 minutos.
Mejoría Granota, Pero Sin Contundencia
Tras el descanso, el Levante mostró una cara diferente. El equipo salió al campo con más determinación y logró equilibrar el juego en los primeros minutos de la segunda parte.
Brugué estuvo a punto de abrir el marcador con una acción en la que la defensa local tuvo que despejar el balón en la línea de gol. Este acercamiento despertó cierta esperanza en los visitantes, quienes comenzaron a ganar terreno y a crear más peligro en el área rival.
Giorgi Kochorashvili y Pablo Martínez destacaron en el medio campo, intentado triangular y filtrar balones para superar la bien plantada defensa del Albacete. Sin embargo, a pesar del esfuerzo y las mejoras evidentes en su desempeño, el Levante careció de la precisión necesaria para convertir sus llegadas en goles.
Las decisiones en los metros finales no fueron las adecuadas, y las oportunidades claras terminaron desaprovechadas.
El Albacete, por su parte, no bajó los brazos y respondió con un disparo al poste de Álvaro Rodríguez que estuvo a punto de darle la victoria en los últimos minutos del partido. Este susto reflejó que, a pesar de la mejoría del Levante, el equipo seguía siendo vulnerable en defensa y dependía en exceso de la suerte para evitar la derrota.
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Los Merengues empataron o perdieron en 2 de sus últimos 5 partidos en los que su rival abrió el marcador. Los #Tuzos lograron sus 2 triunfos más recientes jugando en prórrogas.
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— Betcris (@Betcris) December 18, 2024
Un Empate Que Sabe A Poco
Para el Levante, este empate no solo significa perder dos puntos valiosos, sino también prolongar una racha negativa que amenaza con alejar al equipo de sus objetivos de ascenso. Tras tres jornadas sin ganar, las dudas comienzan a surgir en torno al rendimiento colectivo y la capacidad del equipo para competir al máximo nivel.
Si bien la plantilla cuenta con talento suficiente para enfrentarse a cualquier rival en la categoría, la falta de consistencia y las dificultades para imponer su estilo de juego han sido evidentes en los últimos encuentros.
El Carlos Belmonte, por otro lado, se mantiene como una fortaleza para el Albacete, que no pierde en casa desde septiembre. Este punto permite al equipo manchego alcanzar los 25 puntos, acercándose al objetivo de la permanencia en la categoría de plata. Para sus aficionados, el empate dejó un sabor más positivo, ya que el equipo tuvo las oportunidades más claras y estuvo cerca de llevarse la victoria.
El Levante, en cambio, regresa a casa con la sensación de que pudo haber hecho más. Aunque el segundo tiempo mostró una mejoría en su rendimiento, el equipo dejó escapar la oportunidad de sumar tres puntos que le hubieran acercado a los puestos de ascenso directo.
Con una jornada restante para el final de la primera vuelta, el equipo granota necesita encontrar soluciones rápidas si desea mantenerse en la pelea por regresar a Primera División.
La ilusión de competir entre los mejores sigue viva en Orriols, pero cada empate y cada derrota hacen que el camino sea más cuesta arriba. El equipo de Julián Calero deberá ajustar sus piezas y recuperar su identidad ganadora para dejar atrás este bache y volver a ser un contendiente serio en la lucha por el ascenso.
Por ahora, este empate ante el Albacete solo sirve para alimentar la frustración y la necesidad de cambios urgentes.
