Arne Slot ha tenido un comienzo espectacular como nuevo entrenador del Liverpool, con su última victoria destacando aún más el contraste entre su inicio fluido y las aguas turbulentas que Erik ten Hag navega actualmente en el Manchester United.
Slot, quien ya había llevado al Liverpool a victorias contra el Ipswich y el Brentford, enfrentó lo que se anticipaba como su prueba más difícil hasta ahora contra el Manchester United. Sin embargo, lo que ocurrió en Old Trafford fue todo menos un desafío para el Liverpool de Slot, ya que la deslucida actuación del Manchester United hizo que la tarea fuera más fácil de lo esperado.
Luis Díaz Brilla con un Doble Golpe en Old Trafford
Desde el comienzo, el Liverpool dominó el partido, ejerciendo control en todos los aspectos, tanto en la posesión como en la presión sin el balón. Luis Díaz fue el jugador más destacado, anotando dos goles, siendo el segundo justo antes del descanso, un gol que prácticamente sentenció el partido con un 2-0.
A partir de ese momento, el encuentro se convirtió en una mera formalidad para determinar el margen de victoria. Mohamed Salah añadió un tercer gol en la segunda mitad, confirmando una victoria de 3-0 y marcando la tercera portería a cero consecutiva del Liverpool en la Premier League bajo la dirección de Slot.
El ambiente en Old Trafford reflejó la gravedad de la situación. Para cuando sonó el pitido final, gran parte del estadio se había vaciado, y los aficionados restantes estaban demasiado atónitos para siquiera expresar su frustración.
El partido en sí comenzó con un momento de decepción para el Liverpool cuando Trent Alexander-Arnold parecía haber anotado temprano, solo para que el VAR anulara el gol debido a la posición de fuera de juego de Mohamed Salah en la jugada previa.
A pesar de este contratiempo inicial, el Liverpool mantuvo su ritmo alto y continuó presionando a un equipo del Manchester United que se veía desarticulado y vulnerable, particularmente en el mediocampo, donde fueron consistentemente expuestos.
El Desempeño de Casemiro
Casemiro, quien en otro tiempo fue el pilar del mediocampo del United, estuvo notablemente fuera de forma, luchando desde el principio y encontrándose en el centro de las desgracias del United en la primera mitad.
El primer gol del Liverpool fue una consecuencia directa de los errores de Casemiro. Un pase mal dirigido por parte del brasileño permitió al Liverpool contraatacar rápidamente, un escenario para el cual Slot parecía haberse preparado.
Ryan Gravenberch, quien fue instrumental a lo largo del partido, conectó con Salah, cuyo centro llegó a Luis Díaz en el segundo palo, con el extremo rematando con precisión después de que Dominik Szoboszlai no lograra conectar con el balón.
Las dificultades de Casemiro continuaron, ejemplificadas por una entrada temeraria sobre Alexis Mac Allister, de la cual tuvo suerte de escapar sin una tarjeta. Su errática actuación estuvo marcada por toques pesados, pases errados y, en última instancia, su sustitución al descanso.
Toby Collyer lo reemplazó, pero para entonces, el daño ya estaba hecho y el Liverpool había duplicado su ventaja. La vacilación de Casemiro permitió que Díaz le robara el balón y capitalizara rápidamente, anotando su segundo gol con una finalización precisa.
El Liverpool podría haber ampliado aún más su ventaja antes del descanso, con oportunidades que cayeron a Szoboszlai y Diogo Jota, pero intervenciones cruciales de la defensa del United, notablemente un desafío uno contra uno de Matthijs de Ligt, mantuvieron el marcador sin inflarse aún más.
El Manchester United, por su parte, ofreció poco en respuesta, siendo su única oportunidad notable en la primera mitad un disparo de Noussair Mazraoui, cómodamente atajado por Alisson.
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— Liverpool FC (@LFC) September 1, 2024
Segundo Tiempo, Misma Historia
La segunda mitad vio más de lo mismo por parte del Liverpool, mientras explotaban los espacios entre la defensa y el mediocampo del United, particularmente durante las transiciones. Su tercer gol fue producto de esta presión implacable, con Mac Allister desposeyendo a Kobbie Mainoo para iniciar otro rápido ataque.
Esta vez, Szoboszlai se convirtió en asistente, configurando a Salah para finalizar y poner el juego más allá de cualquier duda. El Liverpool incluso estuvo cerca de añadir más goles al marcador, pero se desperdiciaron las oportunidades, incluyendo un mal remate de Salah tras un error defensivo de Lisandro Martínez.
A medida que el juego llegaba a su fin, el Manchester United logró crear algunas oportunidades, con el suplente Joshua Zirkzee acercándose en tres ocasiones y Alisson teniendo que intervenir para preservar su portería a cero. La entrada de Harry Maguire por De Ligt ofreció un breve período de solidez defensiva, pero fue demasiado tarde.
La frustración de la multitud se hizo evidente cuando ten Hag decidió sustituir a Alejandro Garnacho por Amad Diallo, provocando abucheos desde las gradas, ya que los aficionados esperaban que Marcus Rashford, quien había sido mayormente ineficaz, fuera el reemplazado en su lugar.
La victoria del Liverpool fue tan completa como cómoda. La facilidad con la que controlaron el juego fue subrayada por la oportunidad perdida de Szoboszlai al final del partido, un intento de ser demasiado ingenioso cuando un remate más sencillo habría sido suficiente.
Fue una oportunidad fallida que apenas importó, ya que el resultado había sido decidido hace mucho, cimentando otro día exitoso para Arne Slot y profundizando la crisis en el Manchester United bajo Erik ten Hag.