Sonny Gray recuperó su mejor forma en un momento clave para los Cardenales de San Luis. El derecho lanzó siete entradas casi perfectas y fue clave en el triunfo por 5-0 sobre los Piratas de Pittsburgh. Con esta victoria, los Cardenales no solo hilvanaron su quinto triunfo consecutivo, sino que también regresaron al .500 en su récord general, algo que no ocurría desde hacía semanas. Los Piratas, en cambio, continúan en caída libre y ya suman siete derrotas al hilo.
El trabajo de Gray marcó una gran diferencia en este encuentro. Después de tres salidas complicadas, en las que no había logrado ganar y su efectividad se había disparado, el abridor encontró su ritmo. Los Piratas apenas pudieron conectarle dos imparables y no encontraron la manera de hacerle daño, a pesar de haber tenido oportunidades tardías.
Dominio Absoluto de Gray
Sonny Gray se mostró sólido desde el primer lanzamiento. Mantuvo control sobre sus pitcheos, mezcló bien su repertorio y limitó al mínimo las oportunidades de Pittsburgh. Terminó su labor con ocho ponches, una sola base por bolas y, lo más destacado, sin permitir carreras.
Este desempeño significó su primera victoria desde mediados de abril, algo que él y el cuerpo técnico necesitaban con urgencia. Gray no había tenido suerte en sus últimas salidas, donde los bateadores lo habían castigado con facilidad. Pero ante los Piratas, volvió a ser el lanzador dominante por el que los Cardenales apostaron.
El plan de juego fue claro: atacar la zona de strike temprano y evitar prolongar los turnos. Funcionó a la perfección. Además, su defensa estuvo precisa detrás de él, lo que ayudó a que el ritmo del juego se mantuviera a su favor. De esta forma, Gray se consolida como pieza clave en la rotación de San Luis, sobre todo en una semana donde el equipo busca afirmarse en la tabla.
La Ofensiva Respondió Cuando Fue Necesario
Si bien el protagonismo se lo llevó Gray, la ofensiva de los Cardenales también hizo su parte. Con un ataque oportuno, el equipo construyó una ventaja desde temprano y supo ampliarla sin caer en excesos. Masyn Winn fue uno de los más destacados, conectando dos dobles productores que marcaron diferencia en momentos clave.
Lars Nootbaar también lució con tres imparables, mientras que el joven Victor Scott II se las ingenió para anotar en dos ocasiones partiendo desde la primera base, mostrando velocidad e inteligencia en los senderos. Esos pequeños detalles fueron los que separaron a los Cardenales de su rival en este encuentro.
En la octava entrada, Jordan Walker se encargó de sellar el marcador con un sencillo que empujó dos carreras más, dándole tranquilidad al bullpen y dejando sin esperanzas al conjunto visitante. El bateo oportuno ha sido un punto irregular esta temporada para San Luis, pero ante los Piratas, apareció cuando más se necesitaba.
Pittsburgh No Levanta Cabeza
Los Piratas atraviesan uno de sus peores momentos de la temporada. La derrota ante los Cardenales fue su octava blanqueada del año y la séptima caída consecutiva, lo que refleja las dificultades que tienen tanto en el pitcheo como en la ofensiva. Mitch Keller, su abridor, trabajó por más de seis entradas, pero no recibió apoyo ofensivo y los errores defensivos permitieron que la diferencia se hiciera más amplia.
El equipo solo logró conectar cuatro hits en todo el juego, sin poder hilar turnos que pusieran en aprietos reales al pitcheo rival. Incluso cuando pusieron corredores en posición de anotar en la octava, fueron incapaces de capitalizar. Kyle Leahy, quien relevó a Gray, ponchó a Bryan Reynolds y retiró a Andrew McCutchen en una jugada crucial para mantener la blanqueada.
Además, varios de los nombres importantes del equipo, como Oneil Cruz y Ke’Bryan Hayes, fueron dominados por completo. Cada uno se ponchó dos veces, evidenciando los problemas de contacto que afectan a la alineación en general. Esta caída los deja con una marca de 12-26, una de las peores de la Liga Nacional.
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— Betcris (@Betcris) May 7, 2025
Lo Que Viene Para Ambos Equipos
Con esta victoria, los Cardenales cierran una serie positiva y ahora se preparan para iniciar una gira de nueve juegos que comenzará en Washington. El equipo espera mantener este impulso y aprovechar el buen momento de su rotación para escalar posiciones en la división central.
Por su parte, los Piratas regresan a casa para recibir a los Bravos. Será una prueba difícil, especialmente si no logran ajustar su ofensiva y ofrecer más resistencia desde el montículo. El margen de error ya es muy corto para Pittsburgh, que necesita reencontrarse con el triunfo antes de que la temporada se le escape por completo.
San Luis, mientras tanto, celebra el gran regreso de su abridor estelar. Con Gray lanzando como lo hizo esta noche, los Cardenales pueden aspirar a más que solo mantenerse en la pelea. El equipo ha empezado a jugar con más convicción, y si logran consistencia tanto en la lomita como al bate, podrían convertirse en un contendiente serio en su división.
