Golden State no encuentra rumbo sin Stephen Curry. La estrella de los Warriors sigue fuera por lesión, y su ausencia volvió a pesar demasiado en un Chase Center que presenció una nueva derrota, la tercera consecutiva en esta serie de semifinales del Oeste.
Los Timberwolves de Minnesota ganaron 117-110 en San Francisco y ya tienen la eliminatoria 3-1 a su favor, con todo a su favor para cerrarla en casa. El equipo dirigido por Steve Kerr mostró algo de carácter, pero le faltó chispa, dirección y sobre todo liderazgo. Y sin Curry, eso no se compra.
Un Partido Que Se Les Escapó Tras El Descanso
El primer tiempo fue bastante parejo. De hecho, Golden State logró irse al descanso solo dos puntos abajo (60-58), con una actuación combativa pese a la falta de su principal figura. Sin embargo, Minnesota aprovechó el entretiempo para ajustar y volvió con una intensidad que los locales no pudieron igualar. En apenas unos minutos del tercer cuarto, los Timberwolves metieron un parcial demoledor de 17-0, liderado por Anthony Edwards y Julius Randle. De golpe, el marcador pasó a 85-68 y los Warriors quedaron contra las cuerdas.
Este tramo fue decisivo. Golden State no logró reaccionar a tiempo, y aunque maquillaron el resultado en los últimos minutos, nunca estuvieron realmente cerca de remontar. La diferencia de energía entre un equipo que se siente en ascenso y otro que extraña desesperadamente a su líder fue evidente. Los de Minnesota se mantuvieron ordenados y seguros, sin dejar espacio para una sorpresa.
El parcial de 0-17 no solo fue un golpe al marcador, sino también al ánimo de los Warriors. Edwards clavó triples consecutivos y dominó cada posesión, mientras que Randle confirmó su gran momento con otra actuación sólida en ataque. En este tipo de partidos, los detalles marcan la diferencia, y Minnesota supo aprovechar sus momentos.
Curry Ausente, Y Se Nota Demasiado
Stephen Curry lleva tres partidos sin jugar por una distensión en el isquiotibial izquierdo que sufrió en el primer encuentro de la serie. Golden State logró ganar aquel partido en Minnesota, pero desde entonces todo se vino abajo. Sin su base estrella, el equipo pierde claridad, ritmo y, sobre todo, confianza. Curry estuvo en el banquillo, animando a sus compañeros, pero su frustración fue evidente. Sin él, la ofensiva de los Warriors se siente estancada, predecible, y sin la chispa que suele marcar la diferencia en los momentos clave.
La ausencia de Curry ha sido tan significativa que, por primera vez desde 2016, Golden State suma tres derrotas seguidas en una misma serie de playoffs. El equipo ha dependido durante más de una década del impacto de su número 30, y ahora, sin su presencia en la cancha, los defectos del plantel quedan al descubierto.
No hay un plan B real. Ni los intentos de Draymond Green, ni los chispazos de Kuminga, ni la entrega de Hield o Butler han sido suficientes para cubrir ese hueco.
La reevaluación médica de Curry está programada para esta semana, pero aún no es seguro que pueda jugar en un eventual sexto partido. Lo cierto es que los Warriors necesitan más que nunca a su líder, no solo por lo que produce, sino por lo que transmite. Su regreso es urgente si quieren mantener alguna esperanza de seguir vivos en la serie.
Edwards Y Randle, Los Dueños Del Partido
Anthony Edwards volvió a brillar con 30 puntos, cinco rebotes y tres asistencias, además de un robo y un tapón. Lo hizo casi todo y ni siquiera necesitó jugar mucho del último cuarto, porque su trabajo ya estaba hecho. Desde hace dos partidos viene liderando al equipo con una madurez que no todos esperaban a esta altura de su carrera. No solo anota, también empuja a sus compañeros, toma buenas decisiones y está defendiendo mejor que nunca.
A su lado, Julius Randle firmó su mejor actuación en playoffs con 31 puntos y una eficacia notable. Fue el complemento perfecto para Edwards y se está convirtiendo en un problema constante para la defensa de los Warriors. Su confianza es total y, si se mantiene en este nivel, Minnesota tiene muchas razones para creer que puede llegar lejos.
El equipo también contó con un buen aporte de Jaden McDaniels, que no brilló en el marcador, pero fue clave en los rebotes con 13 capturas. El trabajo sucio fue bien repartido y eso permitió que las estrellas hicieran su parte con libertad.
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— Betcris (@Betcris) May 13, 2025
Golden State, Al Borde de la Eliminación
Con esta derrota, Golden State necesita ganar tres partidos seguidos para seguir en carrera. Es un escenario muy complicado, más aún si Curry no está en condiciones de volver. El próximo partido será en Minneapolis, donde los Timberwolves buscarán cerrar la serie ante su público y con toda la confianza del mundo.
Para los Warriors, esta serie ha dejado claro que el futuro inmediato es incierto. El equipo sigue teniendo buenos nombres, pero la dependencia de Curry es total. Sin él, no hay un generador de juego que ordene y motive al grupo. Steve Kerr deberá apelar al orgullo de sus veteranos y esperar un milagro para alargar esta historia.
Mientras tanto, Minnesota está a una sola victoria de meterse en las Finales del Oeste y demostrar que este proyecto va en serio. Con Edwards en su mejor versión y un Randle inspirado, los Timberwolves están dejando atrás cualquier duda. Ahora, tienen la mesa servida para dar el golpe definitivo.