Denver dio un golpe de autoridad en el arranque de las semifinales del Oeste al vencer 121-119 a los Thunder en su casa, con un cierre de película y un protagonista inesperado: Aaron Gordon. El alero no solo selló la victoria con un triple a falta de menos de tres segundos, sino que también fue clave en la lucha por los rebotes y en mantener al equipo a flote en los momentos difíciles.
Pero no lo hizo solo. Nikola Jokic volvió a estar a la altura de las expectativas, dominando bajo el aro y liderando a los suyos en uno de los partidos más exigentes de estos playoffs.
El encuentro fue una batalla constante en la que Oklahoma City tuvo el control durante gran parte del juego, pero Denver nunca se rindió. Y cuando el margen se redujo a la mínima expresión, la experiencia y la frialdad de los Nuggets se impusieron.
Un Arranque Cuesta Arriba Para Los Campeones
Los Thunder salieron con fuerza y tomaron la delantera desde el inicio, empujados por su defensa intensa y el gran trabajo de Alex Caruso. El guardia fue fundamental para romper el ritmo ofensivo de los Nuggets, cortando líneas de pase y convirtiendo recuperaciones en puntos rápidos al otro lado de la cancha. Durante la primera mitad, Oklahoma City se sintió cómodo, dominando las transiciones y haciendo pagar cada error a Denver.
Shai Gilgeous-Alexander comenzó el partido con decisión, pero con el paso de los minutos, los visitantes se enfocaron en cerrarle los caminos y obligaron a que el balón pasara por otras manos. La estrategia fue efectiva, ya que ni Jalen Williams ni Chet Holmgren lograron asumir el protagonismo ofensivo que el momento requería. Aunque Dort y el propio Caruso anotaron algunos triples, Denver parecía estar conforme con permitir esos tiros si eso significaba alejar a Shai del aro.
Pese al buen inicio de OKC, la ventaja nunca fue definitiva. Los Nuggets se mantuvieron en la pelea a base de esfuerzo y rebotes ofensivos, que comenzaron a marcar la diferencia en la segunda mitad. La clave fue no dejar que el rival se escapara en el marcador, aunque para eso tuvieran que remar desde atrás gran parte del juego.
Jokic Toma El Control Y Cambia El Ritmo
Si alguien sostuvo a los Nuggets cuando más lo necesitaban, fue Nikola Jokic. El pívot serbio fue una presencia constante en ambos lados de la cancha, ganando rebotes, sumando puntos en la pintura y distribuyendo el balón con inteligencia. Cuando Denver no encontraba caminos claros, él se encargó de imponer calma y tomar decisiones que poco a poco desestabilizaron a la defensa rival.
Su lectura del juego fue clave para castigar a Holmgren y Hartenstein, quienes acumularon faltas al intentar detenerlo. Jokic no se desesperó cuando los Thunder lo rodeaban en la pintura y supo cuándo atacar directamente o cuándo ceder el balón a compañeros bien ubicados. Su actuación fue redonda: 40 puntos, más de 20 rebotes y una calma que fue contagiando al resto del equipo.
Denver también encontró en Gordon y Christian Braun el complemento ideal para explotar las debilidades de los Thunder en el rebote. Los 27 puntos en segundas oportunidades que logró el equipo de Colorado fueron determinantes. Cada balón recuperado fue una nueva oportunidad que aprovecharon para no dejar escapar el partido.
El Triple de Gordon Y Un Final Lleno de Tensión
Con el partido en el alambre, todo indicaba que OKC se llevaría el primer juego. Incluso cuando Jokic acercó a los Nuggets con un triple y un rebote clave en el último minuto, una decisión suya de pasar el balón en lugar de buscar el aro casi les cuesta el partido. Westbrook falló el triple que podría haber sido la jugada ganadora, y comenzó un tenso intercambio de tiros libres en el que ambos equipos luchaban por controlar el reloj.
Fue entonces cuando todo cambió. Chet Holmgren fue enviado a la línea y, bajo presión, falló los dos lanzamientos. Denver recogió el rebote sin tiempos muertos disponibles y corrió hacia el otro lado de la cancha.
Westbrook tomó la responsabilidad, pero en lugar de forzar, encontró a Gordon solo en la línea de tres. Con más de cuatro segundos en el reloj, el alero se levantó con confianza y encestó el tiro que selló la remontada.
No fue una jugada aislada. Gordon ya había castigado antes desde la esquina, y esta vez volvió a hacerlo cuando más importaba. Su sangre fría en ese momento, sumada a todo el esfuerzo que había mostrado a lo largo del encuentro, lo convirtió en el héroe de la noche.
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— Betcris (@Betcris) May 6, 2025
Una Serie Que Promete Emociones Fuertes
El triunfo de Denver en el Juego 1 envía un mensaje claro: estos campeones están listos para cualquier reto. Oklahoma City mostró sus virtudes y dejó claro por qué ha sido uno de los mejores equipos del Oeste esta temporada, pero ahora sabe que no tendrá margen para errores. Los Nuggets, por su parte, demostraron que no necesitan dominar todo el partido para quedarse con la victoria, siempre y cuando ejecuten bien cuando más lo necesitan.
Con Jokic imparable, Gordon en modo líder y un equipo que ya sabe lo que es ganar en escenarios complicados, Denver ha puesto la serie en una posición muy interesante. El Juego 2 promete ser igual de intenso, con los Thunder buscando ajustar detalles y los Nuggets intentando repetir la fórmula. Queda mucha historia por escribirse, pero el primer capítulo ya dejó claro que esta serie será de alto nivel.