El segundo juego de las finales del Oeste dejó claro que Oklahoma City Thunder está viviendo un gran momento y que Shai Gilgeous-Alexander no solo es MVP de la temporada, sino también el alma de un equipo que va camino a algo grande. Con 38 puntos, el canadiense fue la figura del triunfo por 118-103 sobre unos Timberwolves que pelearon, pero no lograron frenar la intensidad local. Ahora la serie se traslada a Minneapolis con un 2-0 que pone a los Wolves en una situación muy complicada.
El MVP Responde Con Grandeza
Shai Gilgeous-Alexander recibió el trofeo al Jugador Más Valioso de la temporada antes del arranque y en lugar de quedarse con la emoción del momento, transformó ese reconocimiento en motivación. Desde el arranque del partido se mostró enfocado, encontrando espacios, atacando con decisión y conectando tiros importantes. Terminó con 38 puntos, 8 asistencias y 3 robos, con un rendimiento muy completo en ambos costados de la cancha.
En el primer tiempo ya había sumado 19 unidades, mostrando mucha efectividad en sus decisiones ofensivas. Sus movimientos en la pintura, su paciencia para sacar faltas y su consistencia desde la línea de libres fueron claves para que los Thunder fueran tomando el control del partido poco a poco. El tercer cuarto fue donde rompió por completo la resistencia de los Wolves, con jugadas de alto nivel y una conexión continua con sus compañeros.
Cada vez que Minnesota amenazaba con recortar distancias, SGA aparecía para enfriar el momento y volver a ampliar la ventaja. Incluso cuando fue defendido por su primo Nickeil Alexander-Walker, no dejó de ser efectivo. Su liderazgo se notó en cada posesión importante.
El Respaldo Del Equipo, Otra Vez Presente
Aunque Gilgeous-Alexander fue el centro de atención, el resto del equipo también hizo su parte para que Oklahoma City mantuviera la superioridad. Jalen Williams sumó 26 puntos y 10 rebotes, siendo un complemento muy eficiente en ofensiva y defensa. Chet Holmgren aportó 24 unidades y estuvo activo en la pintura, aprovechando bien cada pase en transición.
Lu Dort, por su parte, demostró por qué fue incluido en el equipo defensivo ideal de la NBA. Su trabajo sobre los exteriores de Minnesota fue clave para limitar las opciones de pase y el ritmo de juego de los visitantes. Entre todos, lograron que los Timberwolves terminaran con apenas 41.4% de efectividad en sus tiros de campo, un reflejo de la intensidad defensiva de los locales.
Los Thunder no solo defendieron bien, sino que también supieron manejar el balón y castigar cada error rival. En el tercer cuarto firmaron parciales de 12-1 y 10-0 que prácticamente definieron el partido, con jugadas rápidas y ofensivas fluidas. La energía de los jóvenes se combinó con la madurez de su MVP para ofrecer un juego casi perfecto.
Minnesota Lucha, Pero No Alcanza
Los Timberwolves llegaron al Paycom Center con la idea de igualar la serie, pero pese a un buen inicio, no pudieron sostener el ritmo. Anthony Edwards fue el más destacado con 32 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, aunque le costó mucho en términos de eficiencia. Tuvo que lanzar 26 veces para llegar a esa cifra, lo que habla de la dificultad que tuvo para encontrar espacios limpios.
Jaden McDaniels aportó 22 puntos y Nickeil Alexander-Walker fue una chispa desde el banquillo con 17 unidades. Sin embargo, las limitaciones ofensivas de otros jugadores, como Julius Randle, que apenas anotó 6 puntos, pesaron mucho. Randle ni siquiera jugó en el último cuarto, cuando el equipo ya estaba claramente superado.
Minnesota intentó responder con intensidad y entrega, pero el tercer cuarto los dejó sin aire. Los intentos de reacción fueron bien contenidos por la defensa de OKC, que no dio lugar a segundas oportunidades. Ahora el panorama es cuesta arriba: deben ganar en casa sí o sí para alargar la serie y recuperar algo de confianza.
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— Betcris (@Betcris) May 21, 2025
El Reto de Volver a la Pelea
Con la serie 2-0, el margen de error para los Timberwolves desapareció. Necesitan hacer valer su localía en los próximos dos partidos si quieren mantenerse con vida. El tercer encuentro, a disputarse en Minneapolis, será una prueba de carácter para un equipo que ha mostrado talento durante la temporada, pero que necesita mayor consistencia en momentos clave.
Por el lado de los Thunder, todo parece encajar a la perfección. La juventud del equipo no ha sido un obstáculo, sino una ventaja. Han demostrado madurez, compromiso y una capacidad colectiva para responder en situaciones exigentes. Si mantienen este nivel, estarán muy cerca de regresar a unas Finales de la NBA por primera vez desde 2012.
La serie aún no está definida, pero el impacto de Shai Gilgeous-Alexander ha sido tan grande que ya cambió el tono de estas finales del Oeste. El MVP no solo lidera con puntos, también con actitud y decisión. Minnesota tendrá que encontrar una respuesta rápido, porque el tiempo y la serie ya juegan en su contra.