En una noche fría y lluviosa en el norte de Noruega, el Tottenham hizo su trabajo con oficio y determinación. Ganó 0-2 al Bodø/Glimt en el partido de vuelta de las semifinales de la UEFA Europa League y confirmó su lugar en la gran final que se jugará el próximo 21 de mayo en San Mamés.
Con un marcador global de 1-5, los londinenses dejaron claro que, pese a los altibajos de su temporada en la Premier League, su objetivo europeo sigue vivo. Enfrente estará el Manchester United, en una final completamente inglesa.
Control Y Madurez en Un Ambiente Incómodo
El Aspmyra Stadion presentaba uno de esos escenarios que invitan a pensar en sorpresas. Césped artificial, siete grados de temperatura y lluvia constante. Además, un equipo local que venía haciendo historia y quería seguir soñando. Sin embargo, el Tottenham no se dejó intimidar. Jugó con seriedad, evitó errores y gestionó los tiempos del partido desde el principio.
Apenas habían pasado dos minutos cuando Richarlison ya había probado suerte. Aunque el Bodø/Glimt respondió con una ocasión clara de Blomberg tras un córner, ese primer intercambio fue solo un espejismo. Poco a poco, los de Ange Postecoglou se asentaron en el campo, cedieron la posesión al equipo noruego, pero cada salida al ataque era una amenaza real.
Pedro Porro y Destiny Udogie fueron claves en esa estrategia. Sus recorridos por las bandas generaban espacios y situaciones de peligro constante. De hecho, el español estuvo muy cerca de abrir el marcador con un tiro libre que obligó a Haikin a una gran parada.
En ese primer tiempo, el Tottenham no dominó el balón, pero sí el partido. Supo cuándo acelerar y cuándo resistir. Y aunque los locales se animaron hacia el final de la primera mitad, los Spurs aguantaron con entereza y se fueron al descanso con buenas sensaciones.
El Golpe Definitivo Llegó Tras El Descanso
Consciente de que necesitaba al menos dos goles para forzar la prórroga, el Bodø/Glimt salió en la segunda parte con mucha energía. Adelantó líneas, presionó alto y empezó a rondar el área rival con más insistencia. Pero justo cuando parecía que podían encontrar el camino, llegó el golpe de realidad.
El Tottenham, fiel a su plan, aprovechó la mínima desconcentración del rival. En el minuto 63, tras un saque de esquina y una serie de rebotes, Solanke empujó el balón al fondo de la red y silenció el estadio. Fue un gol sencillo, pero cargado de significado: la eliminatoria quedaba prácticamente sentenciada.
Y por si quedaban dudas, apenas cinco minutos después, Pedro Porro cerró la noche con una joya. El lateral español recibió por la derecha, levantó la cabeza y mandó un centro-chut que se coló por la escuadra, imposible para Haikin.
Era el 0-2 y el 1-5 en el global. A partir de ahí, el partido solo tuvo un dueño. El equipo noruego, que había peleado con orgullo, empezó a asumir que su aventura europea llegaba a su fin.
Una Temporada Europea Para Recordar… Y Otra Para Salvar
Para el Bodø/Glimt, esta eliminación no borra el gran recorrido que ha tenido. Ha sido la mejor participación de un equipo noruego en competiciones UEFA, y eso no es poco. Enfrentaron a rivales con más presupuesto, más historia y más experiencia, pero siempre compitieron. Ante el Tottenham, simplemente se toparon con un equipo que supo manejar la eliminatoria con oficio.
Por su parte, el Tottenham necesitaba esta clasificación como el agua. Su campaña en la Premier League ha sido muy irregular, con más dudas que certezas, y una posible clasificación a la Champions League por la vía doméstica parece poco probable. Llegar a la final de la Europa League, entonces, representa mucho más que una oportunidad de título: es una forma de redimirse y de rescatar una temporada complicada.
Jugadores como Bentancur y ‘Cuti’ Romero dieron estabilidad en momentos clave, mientras que otros como Pedro Porro brillaron en ataque. Además, la gestión de los cambios por parte de Postecoglou fue acertada, dándole aire fresco al equipo justo cuando más lo necesitaba.
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— Betcris (@Betcris) May 8, 2025
Final Inglesa en El Horizonte
El 21 de mayo en San Mamés habrá duelo entre ingleses: Tottenham vs Manchester United. Dos equipos con trayectorias irregulares, pero con el talento suficiente para ofrecer un espectáculo digno de una final europea. Ambos necesitan el título para cerrar la temporada con una sonrisa, y ambos buscarán el billete directo a la próxima Champions League.
Para el Tottenham, será su cuarta final en la historia de esta competición y la primera desde 1984, cuando levantó su segundo trofeo. Para sus aficionados, la ilusión vuelve a estar encendida. El equipo ha demostrado que, cuando se lo propone, puede competir al máximo nivel. Y ahora, solo queda un paso más para hacer historia de nuevo.
Mientras tanto, el Bodø/Glimt se despide de Europa con la cabeza en alto. El resultado fue claro, pero su recorrido quedará en la memoria de sus hinchas. Lo intentaron, jugaron sin miedo y fueron dignos semifinalistas.