La Lazio consiguió su boleto a los cuartos de final de la Europa League en un partido más complicado de lo esperado ante el Viktoria Plzen. Los checos sorprendieron con un juego ordenado y un gol que puso contra las cuerdas al equipo italiano, pero un cabezazo de Alessio Romagnoli terminó inclinando la balanza en favor de los locales. A pesar de las dificultades, el equipo de Maurizio Sarri sigue en la lucha por el título europeo.
Un Inicio Difícil Para la Lazio
El partido comenzó con un ritmo intenso, con ambos equipos tratando de imponer su estilo desde los primeros minutos. La Lazio, a priori favorita, se encontró con un Viktoria Plzen bien plantado, que no dudó en buscar el arco rival cada vez que tenía oportunidad. Los checos enviaron un primer aviso con un potente disparo de Kalvach que exigió una gran respuesta del portero Provedel.
El equipo romano no encontraba fluidez en su juego y, para colmo, sufrió un gran susto cuando Provedel cometió un error en la salida del balón. Vydra estuvo a punto de aprovechar el regalo, pero su remate terminó estrellándose en el travesaño, evitando que los visitantes tomaran ventaja en ese momento. A pesar del dominio territorial de la Lazio, las ocasiones más claras fueron para el Viktoria, que dejaba claro que no sería un rival fácil de superar.
En el otro lado del campo, los intentos de Pedro y Nuno Tavares fueron las aproximaciones más peligrosas del conjunto italiano, pero la falta de precisión en el último toque frustró cualquier intento de abrir el marcador en el primer tiempo.
El Gol de Sulç Complica a la Lazio
El segundo tiempo arrancó con la misma tónica del primero: la Lazio con la posesión, pero sin profundidad, y el Viktoria Plzen esperando su oportunidad para golpear. Esa ocasión llegó en el minuto 52, cuando Sulç armó una pared en el área con Durosinmi y sacó un disparo inalcanzable para Provedel. El 0-1 silenció al estadio y dejó a los romanos en una situación complicada.
El gol despertó a la Lazio, que comenzó a jugar con más urgencia. La respuesta no se hizo esperar y Sarri movió el banquillo en busca de soluciones. La entrada de Boulaye Dia le dio otra dinámica al ataque, pero los intentos seguían sin traducirse en goles. La tensión crecía en el Olímpico, ya que la prórroga se asomaba en el horizonte si los locales no lograban igualar el marcador.
A medida que el tiempo avanzaba, la Lazio apostó por el balón parado como su mejor arma para romper la resistencia checa. Varias jugadas a balón detenido generaron peligro, pero la defensa del Viktoria se mostró sólida, despejando cada intento de los italianos.
Romagnoli Al Rescate en Un Final de Infarto
Cuando parecía que el partido se encaminaba a un desenlace de máxima tensión, apareció Alessio Romagnoli para salvar a la Lazio. En el minuto 77, el defensor conectó un gran cabezazo tras un córner ejecutado por Zaccagni. El balón cruzó la línea de gol por completo antes de que el portero pudiera reaccionar, desatando la euforia en las gradas.
El tanto no solo significó el empate en el partido, sino también la clasificación para los cuartos de final, ya que la Lazio tenía la ventaja en el global. Con el Viktoria obligado a buscar un gol desesperado, los italianos supieron manejar los tiempos y evitaron cualquier sorpresa en los minutos finales.
Los checos lo intentaron hasta el último momento, pero la defensa romana se mantuvo firme y aseguró el pase a la siguiente ronda. La Lazio, aunque con más sufrimiento del esperado, sigue con vida en la Europa League y ya piensa en su próximo rival.
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Objetivo Cumplido, Pero Con Margen de Mejora
El triunfo deja a la Lazio entre los ocho mejores del torneo, pero también evidencia la necesidad de mejorar su rendimiento si quiere aspirar a llegar más lejos. El equipo mostró dificultades para generar peligro y sufrió ante un rival que, en teoría, era inferior.
El resultado final fue un alivio para los italianos, que ahora se preparan para una fase aún más exigente del torneo. Sarri y sus jugadores saben que deben elevar su nivel si quieren pelear por el título. Por ahora, la Lazio puede celebrar su clasificación, pero con la certeza de que el camino hacia la gloria será cada vez más difícil.
